martes, 8 de enero de 2008

Más del Amok Emsdetten


Queridos amigos, después del artículo de ayer: Recordando el amok de Emsdetten, me gustaría transcribir parte del post que publiqué al día siguiente, 21 de noviembre del 2006:

40 mil habitantes (para Alemania, es muy poco); 4 armas de fuego; 3 "cuerpos explosivos" en su cuerpo y 5 en una mochila; un mayordomo; una profesora y 3 alumnos heridos.

Un "conocido de la familia" declara hoy en el diario que él y sus hermanos participaban en las fiestas de la ciudad y que nadie se habría imaginado nada así de él (supongo que habrían planeado para su vida, que construyera una casa, tuviera hijos y trabajara hasta los 65... ver artículo de ayer en la noche, donde traduzco las palabras de Bastian B. El Amokläufer de Emsdetten)

¿Y qué se le ocurre a Schönbohm en Brandeburgo? ¿Y al secretario general de la democracia cristiana Bosbach? ¿Y a los socialdemócratas? ¿Y a los verdes? Prohibir los juegos de computadoras.

¡Si ya está prohibido vender juegos de esos donde hay que disparar a alguien a menores de 18! Lo prohibieron hace años, después de no sé qué Amoklauf. Y, este niño tenía más de 18. ¡Era mayor de edad!

¿Estará ahí el problema? ¿Y qué me dicen de la adorada televisión? Sobre todo de la tv pública.

Bastian era un frustrado, él mismo lo dice en su carta. Sufría de frustración vital general (allgemeiner Lebensfrust) Odiaba, sobre todo a sus profesores. ¿Por qué? ¿Qué esperamos de los hijos, de los pocos hijos en este país? ¿Qué les exigimos? ¿Sólo que sean exitosos en su profesión, que construyan una casa y tengan hijos para jubilarse a los 65? ¿Nada más?

¿No se han dado cuenta que la juventud en Alemania (la gran mayoría) no tiene ideales? Ni tiene principios, bueno, los mismos que los padres: puedes hacer lo que quieras, si no te descubren, todo está bien. Ver El verdadero relativismo - educación en libertad

Los únicos principios de las madres: todo por mis hijos, todo vale por ellos. Mis hijos siempre son inocentes, porque son mis hijos, lo hacen todo bien.

Más de lo mismo: no estoy de acuerdo con lo que hace, pero no le puedo decir nada; él puede decidir lo que hace, es mayor de 18 (aunque sigue dependiendo de mí en cuanto a su dinero, le doy al mes una suma cuantiosa y que haga lo que quiera), o menor.

¿Sexo? A los 12 le doy una caja de condones, nunca he hablado con él sobre el tema, ¿para qué? si ya le han enseñado en el colegio todos los mecanismos anticonceptivos y contra el sida, químicos y de barrera. Con esto basta. Que lo hagan en la casa, nosotros nos vamos y se la dejamos todo el fin de semana, para que haga lo que quiera con su novia del mes.

¿Programas de computación? Horror, la cibernética y el internet son horribles, pero qué hacer, si a mis hijos les gusta y a mi marido también... Se imaginan que no usan internet para buscar información para el colegio, ni para aprender más de historia, ni de latín, inglés o matemáticas...

¿Vacaciones? Nosotros con mi marido nos vamos solos y les pagamos a los hijos algún viaje de estos para jóvenes... Se imaginan que en ellos "no hay ningún control", pero qué importa, si son grandes y están vacunados contra la hepatitis B (que se transmite vía relaciones sexuales).

Buenas películas, buenos libros, buenos programas de computación, conversaciones sobre temas que no sean el peinado de la vecina, principios que ellos puedan actualizar, libertad, confianza, amor, caridad hacia los demás, enseñarles a ayudar a los demás, a compartir, a no pensar que si "fracasamos" (todos fracasamos más de alguna vez) no culpar a los demás de ellos. Respeto hacia la mujer, hacia los extranjeros, hacia quienes trabajan para uno/a, respeto hacia los ancianos (habría que enseñar también a muchos ancianos a respetar a los jóvenes), trabajar en la casa y no ser el típico señorito al que hay que hacerle todo porque es el rey de la casa, aprender que el deporte no es vencer al otro para demostrar que somos mejores y un largo etcétera.

Esa es mi proposición. Prohibir los juegos de computación es una forma de sacarse el bulto de encima. Como decía hoy (entonces, nota del blog) el Tagesspiegel, antes de los juegos, ya había Amokläufer.

Claro que es más fácil prohibirlos que preocuparse de mejorar una/o misma/o. Además, prohibirlos, eso lo puede hacer el estado, que parece ser el ente que debe solucionar siempre todos los problemas. De la sociedad civil, de la responsabilidad individual, de esos no se escucha nada.

Si los prohiben, sólo subirán su precio...


No hay comentarios: